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© Frida Kahlo, la irreverencia y la fuerza | 17/10/2018 | Frida Kahlo, la irreverencia y la fuerza

Frida Kahlo, la irreverencia y la fuerza

13/07/2018 | Coyoacán, México

Frida dejó plasmado en docenas de autorretratos sus unidas cejas negras y su escaso bigote. También es la misma que se quitó tres años de vida. Sosteniendo que había nacido en 1910 en Coyoacán, México, en vez de su fecha original 1907. Este hecho tiene una simple explicación y es que fue en 1910 cuando comenzó la Revolución Mexicana.

Frida misma, siendo una artista revolucionaria, le toca nacer en el medio del caos político que vivía su país el cual, pasaba por un proceso de sangriento renacer. Una de sus características estéticas es la de llevar siempre  el elaborado traje típico tehuano de las indias doncellas. Estuviese en la parte del mundo en la que estuviese.

En septiembre de 1926 Frida Kahlo hizo su primer autorretrato, lo pintó como regalo para su novio de aquellos tiempos, Alejandro Gómez Arias, quien había terminado la relación. Se lo dio con el fin de recuperar su afecto y que la recordara. En la parte de atrás escribió en alemán: “Hoy es siempre todavía”. En esa primera obra aprendió algo que haría el resto de su vida, reflejar en sus pinturas los sucesos de su vida y los sentimientos que le producían.

En el año de 1929, Frida Kahlo y Diego Rivera contrajeron matrimonio; su relación se basaba en aventuras con otras personas, amor, creatividad y odio. Se separan diez años después y, tan sólo un año después de su divorcio, se vuelven a casar.

Ella decía sobre si misma “Creían que yo era surrealista, pero no lo era. Nunca pinté mis sueños. Pinté mi propia realidad”.

Como artistas, la pareja era muy productiva. Cada uno consideraba al otro como el mejor pintor y pintora de México. Frida se refería a Diego como el "arquitecto de la vida". Cada uno asumía con un profundo orgullo la creación del otro, a pesar de haber sido drásticamente diferentes en estilo y forma.

Frida evadía todo tipo de etiquetas, Diego por su parte, la definía como realista. Su principal biógrafa, Hayden Herrera, parece coincidir con él cuando escribe que, incluso en sus más complejas y enigmáticas pinturas, "Lo que el agua me dio" por ejemplo, "Frida está "con los pies muy sobre la tierra" al representar imágenes reales de la forma más literal y directa". Como es el caso del arte típico mexicano, las pinturas de Frida "hechos y fantasías se entremezclan como si fueran inseparables e igualmente reales", agrega Herrera.

"No sé si mis pinturas son o no surrealistas pero, lo que sí estoy segura es que son la expresión más franca de mi ser", Frida escribió una vez.

En 1950 tuvo que ser hospitalizada, y permaneció un año. En 1953 en México hubo una exposición individual, la exposición fue en la Galería de Arte Contemporáneo. Frida para ese año estaba muy grave de salud y los doctores le prohibieron asistir. Pero Frida llegó a la exposición en una ambulancia, acostada en una camilla. La camilla fue colocada en el centro de la galería de arte; Frida tomó, cantó y contó chistes toda la tarde. En ese mismo año, debido a una infección de gangrena, a Frida le tuvieron que amputar la pierna (Por debajo de la rodilla), esto la hizo volver a caer en depresión e hizo varios intentos de suicidio. En ese tiempo Frida Kahlo escribía poemas en sus diarios, la mayoría tenían que ver sobre el sufrimiento y el dolor. En 1954 Frida escribía sobre sus intentos suicidas y que lo único que la retenía era no faltarle a Diego. El 19 de abril de ese año fue internada por intento de suicidio, y el 6 de mayo de ese mismo año volvió a recaer y fue internada de nuevo por otro intento de suicidio.

En su museo se exhibe su último cuadro, se trata de una pintura en óleo que muestra varios cortes de sandías en tonos muy vivos. En uno de esos trozos y a lado de su firma está escrito “Viva la vida”. Las últimas en su diario fueron:

“Espero alegre la salida y espero no volver jamás” – Frida Kahlo.

El 13 de julio de 1954 falleció Frida Kahlo, fue velada en el Palacio de Bellas Artes de la Ciudad de México, su cuerpo fue cremado en el Crematorio Civil de Dolores y sus cenizas se guardan en la Casa Azul de Coyoacán, actual museo de Frida Kahlo, el lugar que la vio nacer y crecer.

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